Si hoy en día la marca personal es fundamental para mejorar la empleabilidad, la realidad no es nada diferente cuando eres dueño de tu propio negocio o trabajas como profesional independiente y deseas compartir con el mundo tu talento.

Los emprendedores solemos enfocarnos mucho en la marca de nuestras empresas, pero dejamos de lado nuestra propia marca, aún cuando sabemos que antes de ser empresarios somos personas.

Este error que suelo ver en muchas ocasiones me invita a pensar que a veces creemos que nosotros somos nuestro emprendimiento, pero la verdad es que somos seres humanos con necesidades, aspiraciones y sobre todo, con propósito.

Cuando entendemos esto comprendemos también que es fundamental trabajar en nosotros mismos, pues más importante que el negocio es la persona que impulsa el proyecto. El emprendedor o emprendedora es realmente quien llevará la empresa al éxito y lo disfrutará, o al fracaso y lo sufrirá; por eso es súper importante que como emprendedores nos conozcamos y autogestionados, ya que como sabemos el camino del emprendimiento es como una montaña rusa, con subidas, bajadas y esas vueltas que te ponen de cabeza.

Y entonces, podrás estar preguntándote ¿qué tiene que ver la marca personal con esto? Y mi respuesta es ¡todo! Pues es una herramienta que además de ayudarnos a conocernos mejor e identificar nuestros puntos fuertes y débiles, nos ayuda a tomar decisiones estratégicas personales con simbiosis absoluta a la de nuestros negocios.

Si trabajas en tu marca personal podrás hacer visible tu talento como emprendedor y sin necesidad de tantos recursos ni inversión, podrás posicionarte como experto de tu sector, sea cual fuera.

Además, serás un gran aliado para generar mayor visibilidad de tu negocio, reforzar su reputación y generar mayor confianza en tu emprendimiento; así como crear un vínculo emocional con tu cliente para conseguir el tan ansiado engagement.

EMBAJADOR DE TU MARCA

¿Que tienen en común Bill Gates, Mark Zuckerberg, Erasmo Wong, Gastón Acuario o Juanita Zunini? Todos son empresarios, que de modo consciente o no, han hecho uso de su marca personal para dar a conocer su talento, su experiencia, su empresa o proyecto.

Cuando el emprendedor gestiona su marca personal se hace de un lugar entre los profesionales de su campo y eso, como dije líneas arriba, trae numerosos beneficios para su negocio ya que como líder de opinión podrá hablar naturalmente de sus productos o servicios sabiendo que quien lo lea o escuche tomará su opinión como valiosa e importante. Al hacer esto también está humanizando a su empresa, volviéndola cercana, colocando “ojos y cara a su emprendimiento”.

Volviendo a los ejemplos de marcas personales… ¿A qué persona te imaginas cuando menciono Facebook o digo El Cántaro? Estoy segura que fue a Mark y a la señora Juanita, y eso es justamente a lo que me refiero.

Hoy en día como consumidores queremos saber cada vez más quién está detrás de los negocios, por más pequeños que sean, porque nos genera confianza y seguridad, o todo lo contrario.

Por eso es importante que como dueño, gerente, CEO o máximo representante de tu emprendimiento seas el embajador de tu marca y te conviertas en el portavoz más eficaz y creíble. Un influencer experto con cualidades, que tiene la capacidad de multiplicar el alcance de las estrategias de marketing y comunicación de su negocio. La comunicación persona a persona es imbatible y hoy, en un mudo digital, existe el ecosistema perfecto para que puedas conjugar tu marca personal con la empresarial, bajo un halo de autenticidad, transparencia y coherencia.

¿Deseas multiplicar los resultados de tu emprendimiento? Te invito a convertirte en embajador de tu negocio, pero también y sobre todo, a trabajar en tu marca personal con consistencia para que puedas posicionarte como experto en tu sector, generando el valor más relevante para tu emprendimiento: la confianza de tus clientes.